siempre quise una de estas

... o parecer una de estas, no ser, nunca ser.

todo indica que es momento de soltarme

sí, sí, el gatito se ve simpático resistiéndose...
pero no es tan divertido...

... y me quedé pensando

en eso de "su naturaleza", como si se tratara de un hombre incomprensiblemente cruel. a lo mejor ya he deformado demasiado mi forma de pensar, de juzgarlo.

tengo que reconocer que es aún más cruel y egoísta de mi parte no poder evitar personificar "ese mal" en "él", como si fuera el "enemigo" que me desordena y aparta de todo lo que quiero. además, es pura estúpida vanidad pensarme como "todo lo bueno", como si lo mereciera todo y no tuviera buena parte de culpa.

su naturaleza es nada más todo lo contrario a la mía.

ni buena, ni mala. nada más suya.

polos opuestos se estrellan

si yo digo "sí", él dice "ya no"
si yo digo "no", él dice "¿cómo de que no?"
si yo digo "historia de la cultura", él dice "sistemas integrados de manufactura"
si yo digo "quiero conocerte", él dice "quiero ver la tele"
si yo digo "café", él dice "indio"
si yo digo "vodka", él dice "no deberías tomar"
si yo digo "hoy quiero practicar piano", él dice "ve a mi partido de basquet"
si yo digo "ya no voy a buscarte", él dice "eres insoportable"
si yo digo "nada más tómame de la mano", él dice "prefiero tu cintura"
si yo no digo nada, él tampoco.
es más cómodo, menos frustrante.
pero casi siempre lo digo todo y él nunca se esfuerza por disimular su naturaleza.

sigo buscando

pretextos.

-Hoy es nuestro aniversario

-¿Y qué tiene?
- ...

Y yo me quedé callada. A veces pienso que, cuando yo me encierro en mi cuarto a llorar, ella también lo hace. Es lo más seguro. Pero siempre nos quedamos solas.

de mí, hoy

quiero ir al cine, no quiero ir a jugar tennis, ni sé jugar tennis.
hoy dormí tres horas al mediodía sin tener sueño.
estoy harta de la tabla de excel de la otra ventana.
la semana pasada soñé que me enfrentaba con un lobo al descender de una montaña árida con vista a otras montañas muy verdes.
parece que sí intentaré aprender francés.
sospecho que la gata de mi vecino nunca será de mi vecino.
amé el clima de hoy pero nunca encontré mi arcoiris.
...me leo-escucho tan ridícula diciendo "mi arcoiris".
casi nunca me atrevo a salir con el cabello alborotado, pero hoy lo hice y lo intentaré más seguido.
últimamente pienso mucho en lo que me hace sentir una stalker en potencia, pero no pienso dejar de serlo.
estoy cansada de esta ciudad, necesito recuperarme.
odio a kalimba y su canción esa que pasan en la radio cada diez minutos... odio que se haya descompuesto la cosa esa para cds de mi coche.
los tiempos, el ritmo, la velocidad. algo me dice que no nací para reproductor de música, too late.
aprender a vivir consigo mismo, nada nuevo pero lo envidio por haberse convencido de ello.
envié tres tarjetas de hallmark hoy, una de "big hug", otra de "friendship" y otra de "valentine's day"... qué importa, me hizo reír.
no merezco decirme fan de las tortugas ninja.
sé que eventualmente deberé empezar a leer. negación por lo pronto.
talvez sí debería comprar más faldas, aprender a tomar riesgos y todo eso.
mi misión es convencerlo de que no siempre soy fastidiosa, caprichosa, cursi y simple... o de que lo soy, pero que no es tan, tan malo...

próximamente volveré a ser una duda con brazos y piernas, sí, pero en proceso de desintegración.

debes saber cuándo parar,

me dijo cuando le conté todo lo que he hecho por su amigo. sí, sí, ya lo sé, ya debería parar. pero falta que me lo crea. todos los días como a las siete salgo a caminar. me invento cualquier excusa para aventar un pie después del otro. no pienso en mucho. de hecho hasta me doy miedo, él es ya una obsesión muy cabrona. pero, ¿porqué debería parar? aunque prometí que no volvería a buscar, si no tengo mis respuestas debo salir a buscarlas, ¿no? me gusta más la idea de cargar con la puerta abierta que cerrarla. que gabriela me perdone, pero no quiero renunciar, no quiero, no quiero, no quiero.

venganza probable

uni-verso finito al momento del punto final.

Carlos V King's Size

y una notita: "quiero conocerte, G."

pue'e que sí, pue'e que no, pue'e que quién sabe...

vacaciones

¿que qué voy a hacer con mis vacaciones?

a c u e n t a g o t a s ,

>así
>>lento
>>>te estoy
>>>>dejando ir
>>>>>sin que te des cuenta
>>>>sin enterarme
>>>despacito
>>te caes
>shh

.........
........
.......
......
.....
....
...
..
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.

.

{2}

El doctor dice que no debo llorar, que estoy lista. Me acerca el estetoscopio del doble palpitar, del cansado y necio que anuncia al siguiente golpe -estás viva, estás viva-, y del que corre, agitado y ansioso -éstoy aquí, quiero vivir-. El doctor dice que estoy lista y talvez tenga razón. Necesito alcohol para curarme los brazos.

Recuerdo el sonido hueco, tus ojos se ven menos tristes si levantas y pintas tus pestañas, el cuerpo sin talento del hombre que no sabe amar y los clavos fríos en mis pies descalzos frente el refrigerador. Soledad exprime mi vientre. Una anciana lava mi cabello. Resígnate, niña. No todas nacemos para ser madres. Este ruido, estas sábanas, esta luz.

Cada madrugada despierto en una orilla distinta. Me siento en una pared, de frente a la otra, a dibujar círculos concéntricos con las crayolas que brotan de mis oídos. Lechugas me nacen de las manos y las mastico, insípidas, nada más por destrozar algo ligero.

{1}

Hasta hace un momento todo estaba bien, normal, como siempre. Una nunca sabe cómo están las cosas cuando se trata de Él. Me enamoré a los 17 de sus cejas pobladas y sus manos suaves, de su sonrisa a medias y su voz despreocupada, incitante y severa a veces y otras, atractiva y nerviosa. Yo seguía sus pasos, ciega, tambaleante y él se dejaba alcanzar vanidoso y torpe. Nunca he podido entenderlo y, de hecho, todavía no sé de cierto si le gustaba tanto como él decía y mucho menos puedo saber si me quería, pero yo creo que sí, que me quería a veces. Él era así, hosco e inseguro y yo lo encontraba mínimamente tierno.

Todavía lo recuerdo, fue un 30 de marzo cuando me pidió un beso nada más. Al día siguiente desperté estúpidamente enamorada, sí, pero terriblemente revuelta en culpa y, sin saberlo, con un segundo aliento en el vientre. Desde entonces empecé a caer sin poderme agarrar de nada. No pude hacer que mi cuerpo líquido Lo retuviera, hombre con olor de humo y labios de vinagre. No, no pude detenerlo y lo perdí porque no había suficiente amor para los tres. Entendí que nada más nos alcanzaba para uno porque yo Lo amaba. Las cosas se hacían como Él decía que fueran: "No te quiero perder" decía. Yo dejé que me arrancaran lo único que había podido robarle, sangré por cuatro días y después nada.

La verdad es que ya no tenía nada ni me sobraba nada. El espejo comenzó a vomitar mentiras porque yo estaba por demás. El vacío daba vueltas y vueltas en mi taza de té rojo, vueltas y vueltas sin nada pudiera detenerme. También me hice de humo y también buscaba sobre la lengua el vinagre de la alacena o de sus labios, de donde fuera pero siempre a escondidas.

Hace un momento quise mentirle, explicarle que no había quería quitarle eso que no quería darme. Le pedí que me perdonara por no poder detener mi cuerpo obstinado, pero Él no dijo nada. Yo le pedí perdón y Él salió de su agujero, de sí mismo, encendido, apretando puños y mandíbulas. Desde entonces empecé a resbalarme por mi cuello, pecho, abdómen, piernas y pies.

No, nunca he dejado de desangrarme a mí misma porque siempre he buscado en Él, porque siempre he merecido lo que hoy vino de sus brazos. Una docena de claveles, dos, tres, abiertas en mi vientre líquido que ha vuelto a vaciarse. Té rojo escurriéndose con sabor de fierro por la garganta, insistente, asfixiando el palpitante dolor en la nariz. De arriba sigue cayendo agua limpia y no me puedo detener, sigo deslizándome, dando vueltas y vueltas y vueltas hasta llegar a la coladera. Tengo miedo de que Él regrese, sí, pero no puedo dejar de temblar de puro pensar que se pudo haber ido para siempre. Entonces, el charco de agua salada que refleja mi cuerpo desnudo comienza a vomitar vinagre.

y al sentirse olvidada lloró

lagrimitas de aserrín.

no es culpa mía. cuando el reloj pasa de las 9 de la noche no lo puedo evitar. pero tampoco es culpa del reloj. no encontrar culpables es el problema.

esos días tan tristes...

link

ayer que salí a caminar, el cielo era rojo. las chispitas de lluvia empezaron a mancharlo, y a mi blusa azul también. desaceleré el paso y pensé que probablemente me enfermaría. crucé la calle, llegué hasta el parque, vi dos parejas, un perro y varios niños corriendo de regreso a sus casas. atravesé los caminitos, cuidando no tropezarme con el concreto cuarteado. crucé otra calle y me detuve. talvez sí quería, pero no lo hice y me decidí por otra ruta, la que me llevaría en sentido contrario a lo que quería. rodeé la cuadra. los charcos daban brinquitos y un carro que pasó rápido alcanzó a mojarme los pies. estaba regresando, sin querer. otra calle y otra y de nuevo en el parque con las manos en las bolsas del pantalón. despeinada, sí, de seguro. ya estaba oscureciendo. me sentía tan sola.