cerquitita

me gusta jugar a buscarte entre los rostros borrados de la gente
y medir tu espalda de lejos.
me gusta encontrarme con tus ojos tras la risa de tus pestañas
y verte el alma de cerca.
cerquitita.

sin mucho que decirme,

nada que no sepa ya.

hoy me desperté más tarde que de costumbre,

por haber pasado la madrugada tratando de silenciar las dudas que se desvelaban sobre la almohada. ¿sabes? quiero despertar con una probabilidad, arroparla y contarle las cosas que sueño cuando me duermo pensando en ti.

con los ojos limpios

y las pestañas ligeras.
así te espero:
con los brazo vacíos,
y el alma sembrada.

y

quiero hacer mi casita en tu corteza
y enmielar los dedos de quien te toque.
quiero colgarme de tus ramas
y abrazarte la vida.
y abrazarte la vida.
y abrazarte la vida.

(estás hecho de tierra
y de un sueño que Dios tuvo de ti)

a veces

a veces siento que no te alcanzo. que debería aprender más cosas, chistes, recetas, canciones. que debería escarbar más en los recuerdos para tener más historias que contarte.
a veces como que me dan ganas de ponerme de puntitas y alcanzar tu cabello. de enredar mis dedos, de decirte muchas cosas, de no aguantarme las ganas de darte un beso en la frente.
a veces, cuando llegas caminando por en medio de la calle, es como si en realidad estuvieras regresando. y entiendo que te he extrañado y me preparo para que no te des cuenta.

no sé,

no tengo idea de cómo. nada más escribí la fecha y ya estabas dentro. correteando, revolviendo. haces que me pregunte por qué te quedaste tres pasos atrás. por qué no. por qué antes. por qué parecía como si me estuvieras esperando, adelante. me digo que no sé cuándo pasaste. y espero saber dónde más te puedo esconder. desde que estás, soy transparente, te me desbordas. tengo la incertidumbre de saberte aquí y de no saber cómo, porqué, cuándo, dónde. si acaso, si no.

cursi, again

te hago rollito entre los pliegues de mi cuello,
te guardo junto con las pelusitas de mi ombligo,
te aspiro profundo,
te escondo,
me ocupas.