Sin nosotros

Poco a poquito
he ido perdiendo tu olor.
Me lo regalaste alguna vez,
salado, denso, fuerte,
pesado, vivo, tuyo,
nada más tuyo
y lo desgasté de tanto hacerlo mío.
Hoy me asfixio porque no está,
porque ya no lo tengo para impregnarme
el cuello y los brazos de ti.

Yo no quiero que nadie te encuentre
a un lado de tu oreja,
que nadie te bese
con besos de catarina.
No, yo no quiero que nadie
se ahogue en ti, contigo.
Quiero un tú y yo,
otra madrugada nuestra
(salada, densa, pesada, viva)
que sea tuya y mía sin nosotros.